Hablemos de mural, gráfica y acción directa en la Universidad de Antioquia

Por Movimiento estudiantil Facultar de Artes

Comunicado del Movimiento Estudiantil de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia sobre lo ocurrido con la Toma Cultural realizada y la división que se presentó con la Acción Antifascista Medellín en mayo del 2019.

“Hagamos menos énfasis en los aspectos locales y más énfasis en los aspectos que nos unen, racialmente, históricamente, en relación con nuestros opresores de ayer, desde ayer, del presente. Entonces por ahí vamos caminando muy bien. Tendremos luchas, tendremos muchos combates, incomprensiones, pero por ahí vamos adelante y vamos muy bien, hacia un arte que no sea sordomudo, como yo he dicho muchas veces, sino que hable un lenguaje.
David Alfaro Siqueiros

 Los muros no cuentan una sola historia, sobre ella como si fuese una caverna antigua reposan hechos que solo se pueden ver removiendo una a una, las capas que la componen como si fuésemos a llegar al corazón de una cebolla, es parecido a un palimpsesto que se niega a olvidar lo que quedó grabado ahí y espera pacientemente su inevitable desgaste y destrucción tanto física como historiográfica.  

Contexto

Desde finales de los 60´ ya se estaba instalando en la ciudadela universitaria una expresión propia del muralismo con los frescos de Pedro Nel Gómez con el mural “La lucha de la vida y la muerte”, tiempos de expansión artística que venían desarrollándose en la ciudad de Medellín, no solo con el muralismo, también con la gráfica y su contenido testimonial como se puede observar en los grabados de Carlos Correa, pero quizás éste no era el único hito que se estaba desarrollando en la época; Anibal Gil en el 64´ fundó el Taller de Grabado del entonces llamado Instituto de Artes Plásticas, y que hoy conocemos como Facultad de Artes plásticas. El taller “Anibal Gil” ubicado en el salón 24 - 116 queda en la parte posterior del bloque 24 y justo uno de sus muros, (el muro de la discordia) da hacia el corredor que conecta el museo con el famoso aeropuerto.

Más de 100 murales y grafitis están actualmente en el espacio físico de la Universidad de Antioquia, murales y marcas que aún hablan de una memoria, historia, identidad y lucha social que han determinado ciertos periodos de la historia en la Universidad, es impresionante ver tanta información y denuncia de hechos violentos reales en tan poco espacio, además se puede identificar claramente la lucha que estas expresiones y movimientos, han tenido con el color gris verdoso que la administración ha impuesto para tapar nuevas y viejas voces que han querido contar lo que está pasando desde la pinta; y precisamente eso es lo significativo de esta manifestación que muy rara vez se ha visto para decorar, embellecer o armonizar un espacio. La universidad, es un espacio de constante disputa desde diferentes actores, es evidente la lucha de poderes que allí se debaten. Hay lugares donde no importa quién raye, son espacios sin dueño que pelean por ganar un lugar dentro de la historia. Otros por su parte están instalados porque ya ganaron un reconocimiento dentro de la historia, están para decirle a los que pasan por allí que no hay espacio para el olvido, y finalmente están los lugares que se están debatiendo, donde algunos procesos han puesto su interés y marca y no están dispuestos a ceder.  

A modo de aclaración, se quiere decir que esta reflexión no surge solamente de la problemática presentada entre algunos miembros de la Acción Antifascista Medellín y algunos estudiantes de la Facultad de Artes, pero es un impulso clave para seguir desarrollando el ejercicio de recuperación histórica y de identidad que le han robado a la Facultad de Artes hasta el día de hoy, y que también ha sido invisibilizada. Nos parece sumamente importante que las personas que habitamos la facultad reconozcamos un movimiento que no solo se ha dado dentro de la universidad y que ha ido recuperando fuerza y una incidencia incalculable dentro de lo social, cultural y político.

El Movimiento Estudiantil de la Facultad de Artes de la Universidad de Antioquia desde principios del 2018 marcó una participación importante con toda una manifestación que se dio a nivel nacional por la defensa de la Educación Superior Pública desarrollada en diferentes calles y universidades de Colombia. Entre sus reflexiones se compartió un manifiesto en el espacio asambleario, que abrió la discusión sobre: Participación, creación colectiva, acompañamientos, procesos de evaluación, investigación, re planteamientos de los procesos educativos en la facultad y la necesidad de una revisión pedagógica permanente por parte de todos los estamentos (Entre otras cosas que hasta hoy no ha sido de interés por la parte institucional). Cuestionó los espacios y la forma que se disponen para presentar los procesos artísticos, habló de la reivindicación de la acción directa para el fortalecimiento de la autonomía estudiantil y colectiva, exigió espacios aptos para la realización del proceso formativo que dieran un lugar importante al desarrollo del pensamiento crítico, y también denunció la persecución, censura e imposición por parte de otros estudiantes de otras facultades y de allí mismo por seguir instrumentalizando el arte a sus intereses y anchas.

Por otra parte, uno de los colectivos que conforman la Acción Antifascista de la ciudad de Medellín anotan en un comunicado: “Antifa Medallo es un colectivo político, social y cultural, que se articula alrededor de la construcción de espacios no convencionales, para el posicionamiento del pensamiento crítico que surge en el estadio. Nace de nuestra forma particular de ver el fútbol y alrededor del fútbol es que se hace; nos reivindicamos como antifascistas, por lo que tenemos como objetivo la unidad transformadora en la diversidad. Es por ello que nos valemos de los estadios y las calles para manifestar nuestra inconformidad y nuestra rebeldía en contra de toda práctica que amplíe las brechas de injusticia social y homogenización del pensamiento en la sociedad.”

Antecedentes

El pasado 17 de mayo del 2019 en la Universidad de Antioquia, nuevamente el estudiantado se reunía en las afueras del taller de grabado “Aníbal Gil”, en la Toma Cultural que algunos llamaron como “Selva Tripi”, una convocatoria abierta enmarcada en las iniciativas estudiantiles que se han ido pensando diferentes formas de intervención en su facultad. Luego de la toma cultural y en particular con el mural que desarrollaron lxs participantes, se generó una gran discordia entre diferentes actores. Un asunto, aparentemente de disputa territorial y que sería protagonizado por el Colectivo Acción Antifascista y Estudiantes de la Facultad de Artes. Pues inmediatamente terminada la toma aparecieron unas pintas con aerosol sobre el nuevo mural que denotaron un rechazo, sabotaje e irritación a lo realizado por los estudiantes de artes, entre los principales argumentos de la molestia, estaba que este espacio es un lugar histórico del movimiento Antifascista de la ciudad de Medellín, pues es el único lugar de la ciudad donde ambas barras (Hinchas del equipo de fútbol Medellín y Nacional) habían confluido en un mural colectivo de carácter político, además es un lugar que se han peleado con la administración de la Universidad, cosa que los estudiantes de artes en su desconocimiento ignoraron, pero que no pretendieron en ningún momento silenciar esa lucha, solamente pensaron que era el momento y el lugar indicado para seguir habitando y retomando la Facultad; más que un producto final, la obra maestra o el gran fresco Latinoamericano, hay unas búsquedas y preguntas que llevaron a generar un nuevo mural que sirviera para hablar de identidad, memoria, procesos políticos y creativos desde la colectividad estudiantil de artes, fue un espacio de experimentación.

Proceso de intervención realizada por los estudiantes de artes, antes de las pintas con aerosol realizadas por el colectivo Antifascista.

       
   
 

Pintas con aerosol realizado posteriormente por Antifa Medallo en el mural realizado por estudiantes de artes.

Argumentos políticos engalanaban la telenovela que poco a poco fue ganando fanaticada y adeptos. Tomó rumbo a rumores que iban desde provocaciones virtuales, telefónicas y hasta una confrontación de provocación en el lugar de los hechos que no pasó a mayores, como si se tratara de bandos opuestos, llovían críticas hacia la acción de los diferentes implicados, además se emitía toda clase de evaluaciones, éticas y morales provenientes del discurso de algunos compañerxs del Colectivo Acción Antifascista, en una conversación, integrantes de Antifa aseguraron que gracias a ellxs, el asunto no pasó a mayores porque había en el ambiente, un deseo de solucionar el asunto desde la vía de hecho violenta.

Los compañerxs de la Acción Antifascita hicieron cuestionamientos sobre el hacer artístico y una suerte de juicio político de acuerdo a la estética, el compromiso, el acto creativo, el lugar del artista en la universidad y señalamientos de diferentes colores como el de “Son un montón de hippies”, “Es que lo que están haciendo es una apología a las drogas”, (cuando ni siquiera se tomaron el momento para indagar más a fondo qué se presentó en la toma cultural, entre ellas, un performance acerca de la sociedad de consumo y una fuerte crítica al lugar que se han tomado diferentes estudiantes de toda la universidad en el corredor, el cual funciona como una extensión del aeropuerto). También uno de ellos, de la forma más ingenua preguntó “Si es que eran sureños los que estaban detrás de esto”. Se dejó en evidencia que el rechazo por parte de los Antifa al ver su muro tapado iba más allá, no era una simple molestia. Por segunda vez consecutiva, este colectivo sentía una derrota al ser callada su expresión artística y borrado su mural, en esta ocasión fueron los estudiantes de la Facultad de Artes pero en la anterior, había sido la parte administrativa de la Universidad de Antioquia la que ordenó tapar el mural realizado por este colectivo.

Primer mural realizado por Antifa Medellín que fue borrado por el administrativo de la Universidad de Antioquia.

Dejaron muy en claro que su siguiente acción por encima de lo que fuera sería recobrar el muro y plasmar sobre este un asunto que recogiera su lucha y otras tantas haciendo también una referencia y reivindicación con respecto a la relación arte, fútbol y cultura. “El arte al servicio del pueblo”, un postulado con el cual diferimos tajantemente, pues el arte desde hace más de 30 años ha ido perdiendo toda su autonomía, diversidad, expansión y posibilidad de pensamiento crítico, cuando el movimiento social lo utilizó como un instrumento, como un recreacionista del barrio, un relleno que sirvió para ejecutar proyectos, y no como un ecosistema reproductor de conocimientos, con una amplia posibilidad de significados, aún indescifrados, la frase “El arte al servicio del pueblo”, pensamos, se ha malinterpretado y sobreutilizado como muchos otros conceptos en nuestra realidad concreta, si el arte, está al servicio del pueblo, por qué llenarse la boca diciendo que mi acción si está bien hecha en un lugar que ni siquiera se dinamiza, se habita y se generan reflexiones.

Al colectivo Antifa, le queda muy poco que reconocerle desde el diálogo, la reconciliación y el gesto de paz que tanto se ha divulgado en escenarios colectivos, o como en su discurso apuntan, en uno de sus comunicados, dice:

“Llamamos la atención a las diferentes organizaciones, movimientos y expresiones sociales para que juntos/as nos volquemos a la construcción colectiva de una nueva Colombia en la que la diversidad y la justicia social sean el camino por el que transiten nuestros sueños de cambio”.

Como si fuera un cotejo, estudiantes y el colectivo Antifa, se esquivaban para lograr un pequeño acuerdo tan incierto como tenso y frágil, pues en diferentes ocasiones se dificultó el diálogo por problemas de comunicación. La postura de los estudiantes de artes se desarrolló primero con asumir un error comunicativo que se dio entre las conversaciones previas a la toma cultural. Aceptaron que el primer interlocutor no logró tener un acuerdo frente a la postura radical de mantener el muro intacto y el cual desapareció entre un conflicto que parecía no tener tanto eco. Cosa que incentivó más a los organizadores de la toma para reapropiarse de una facultad sin identidad estudiantil de los mismos que la habitan, en este caso, la apropiación de la facultad también cuenta como un espacio habitado, luchado y con historia que viene desde antes de los 60´ y donde también se ha combatido y derramado sangre, la Facultad también nos ha costado muchas vidas.

Aun así, los estudiantes de artes asumieron los errores y se planteó manifestarse frente a unas preguntas y posturas acerca de la propiedad privada en la universidad pública, si bien se entendió la importancia de los espacios que se han conquistado desde la lucha gráfica en los muros de la Universidad, también se hizo un llamado para tratar este tipo de conflictos desde la palabra y no desde el odio, la invisibilización de luchas, el prejuicio, la violencia, la supremacía del pensamiento y la disgregación que esto generó, además la parte de la historia contada desde un solo lugar, pues al parecer, los compañerxs Antifa son los únicos que pueden contar su versión de los hechos desde la razón, la fuerza del movimiento social y la verdad.

La disputa por los microterritorios, la división entre luchas estudiantiles, movimientos sociales y comunidad se agudiza y lo más grave es que este tipo de relacionamiento se naturaliza, hoy es más sustentable argumentar la defensa de un muro que la defensa de la vida misma. Reflexiones más amplias que las de haber tapado un mural se plantearon en un lugar de discusión que no fue el más diplomático, por el contrario la respuesta del colectivo que se ha querido enmarcar dentro de la Acción Antifascista, desde el inicio fue exaltado y de confrontación, tono que entre las conversaciones se dejaron invadir por las pasiones y rompieron todo tipo de palabra o diálogo; aunque afortunadamente, no fue esa en su totalidad, la respuesta de algunos compañeros, con los que se pudo hablar y dejar claro que acciones más grandes, que inviten a la construcción colectiva, al cuestionamiento y la formación del otrx es indispensable en un mundo donde el exterminio es la primera opción.

Segundo mural realizado por Accción Antifascista que fue borrado por la Toma Cultural realizada por estudiantes de la Facultad de Artes.

Mural realizado por estudiantes de la Facultad de Artes y borrado por el colectivo Antifa Medellín.

 

Mural actual realizado por Acción Antifascista. Sabotaje al logo de las Hinchadas Antifascistas luego del conflicto y que no se asume como acto del movimiento estudiantil de artes.

Pronunciamiento:

Como Movimiento Estudiantil de la Facultad de Artes, se aclaró que no tenemos interés en disputar la pared/mural, respetamos su proceso y todo el que llevan diferentes colectivos y movimientos en la Universidad y la ciudad, aceptamos las críticas, asumimos errores y siempre estamos abiertos al cambio. Pero insistimos, a estxs y otrxs, les decimos que no es de nuestro interés tener una aceptación estética o política de parte de nadie, ni siquiera del gremio artístico por el cual hemos estado tan aporreados y en el cual estamos tan fragmentados fruto de una industria y economía podrida. Así desconozcan el proceso que se ha dado en la Universidad y en diferentes lugares de la ciudad, como actores políticos son muchas las grietas que hemos gestado desde un cuestionamiento sobre lo que entendemos y construimos desde el arte, no queremos abanderarnos de luchas que se han dado en este espacio, pero tampoco queremos minimizar este legado que hoy viene resurgiendo. Les invitamos a reconstruir desde la palabra y la acción, siempre. Nunca desde el juicio moral y estético de lo que está bien o mal hecho, mucho menos desde la exclusión, la eliminación o la disputa intelectual y territorial.

También hablamos desde la abolición del fascismo en todas sus expresiones, somos lxs mismxs, estamos cansados de postulados abstractos y teóricos aislados de la práctica cotidiana. Hablamos desde la importancia de la participación de la práctica artística desde un contenido político, cuestionamos la forma como reclaman un espacio que ni siquiera habitan, nosotros como movimiento también tenemos el reto de asumir nuestro lugar histórico con los nuevos que llegan en nuestro espacio físico. Nuestra acción nunca será el fin, es el acontecimiento que detona posibilidades de reflexión más allá de ganar una discusión sobre un mural como si fuese el premio, nosotrxs no competimos, nos gusta el debate y asumimos los errores, si algo nos ha caracterizado es la apertura para asumir nuevos planteamientos, el arte es algo tan cambiante que no podría definirse en una solo concepto.

Igualmente hacemos un llamado a los estudiantes en formación en artes (formal e informal) para seguir cuestionándonos, juntándonos y organizándonos. Hace mucho tiempo que perdimos el miedo. Aún creemos en el poder popular que se gesta desde los diferentes actores de la sociedad, desde la diferencia no desde la homogenización de formas. Lo que pasó solo nos da más impulso para crecer como Movimiento Estudiantil, pese a nuestro contexto crudo donde la amenaza por la vida ya se va volviendo un tramitador de conflictos de fácil alcance, pese a todo ello, se ha logrado agitar y plantear una postura que servirá para dejar evidencia de lo sucedido, del lugar histórico que tenemos con la Facultad de Artes, desde un compromiso con las nuevas generaciones que vienen a nuestro espacio, que no solo es ir a clase, presentarse en una galería, auditorio o amenizar una marcha. Como estudiantes también tenemos nuestro lugar en este espacio de disputa, y ya hacemos parte de la historia del mural ubicado en la pared posterior al Taller de Grabado “Aníbal Gil”.

Por último y no menos importante, queremos aclarar que no nos hacemos responsables de actos de personas que en su individualidad están realizando acciones de boicot frente al nuevo mural realizado por Antifa. Aclaramos que estas personas no hacen parte de la construcción colectiva del Movimiento Estudiantil de la Facultad de Artes, son actos sueltos que el mismo acontecer ha provocado. Reafirmamos nuestra reacción frente a los hechos de una manera reflexiva, de respeto y siempre desde la palabra. Al ser parte de la historia de este espacio, estamos dispuestos a llegar a un acuerdo, negociación y acción que unifique en vez de dividir.

 

 

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