Por Colombia informa

El pasado 6 de septiembre, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia –AGC- expresaron en un comunicado su intención de “alcanzar una salida digna y voluntaria de todos nuestros combatientes, acogiéndonos a la justicia colombiana”. Sin embargo, el proceso con este grupo armado ilegal se debe de dar de manera diferente a las negociaciones desarrolladas con las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional. En esta primera parte de la entrevista, el docente e investigador de la Universidad de Antioquia, Pablo Emilio Angarita, nos cuenta acerca de las diferencias entre los procesos y la relación de este grupo con las elites y poderes Estales.

Entre el año 2003 y 2005 se da el proceso de desmovilización, desarme y reinserción (DDR), de los paramilitares.  A pesar del proceso de DDR, en Colombia se siguen presentando situaciones de control territorial ilegal que afectan a la comunidad, en sus labores de verificación, la MAPP-OEA en 2008 había identificado violaciones a los compromisos de desmovilización y situaciones de posibles rearmes, reductos no desmovilizados y la aparición de otros grupos armados.

Es importante entender que los paramilitares no solo tienen un actuar criminal, sino que también pretenden obtener un reconocimiento como actores de poder de incidencia en los territorios donde ejercen su dominio, para ello hacen uso de mecanismos de legitimación al constituirse en mediadores sociales y políticos. En esta segunda parte de la entrevista Angarita, nos cuenta acerca de qué garantías existen si se da un posible proceso de desmovilización, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC- no vuelvan a reorganizarse en un nuevo nombre con diferentes siglas.