Nosotras, nosotres, imaginamos, exigimos
Por Red Nacional de Mujeres
Nosotras y nosotres imaginamos que el arte y la cultura de paz trabajen con y para nosotras, las mujeres y maricas de todos los territorios del país. Nosotras y nosotres imaginamos espacios diferenciales. Además, necesitamos –y exigimos– que el arte y la cultura se cuestionen sus prácticas machistas, racistas, heteronormadas y clasistas. Las instituciones e individualidades nos han instrumentalizado. Somos muy pocas las mujeres artistas, somos muy pocas las maricas artistes. Queremos procesos de sanación y formación según nuestros sentires; somos estudiantes y también maestras, maestres. Rechazamos la invisibilización y los estereotipos que nos han impuesto arbitrariamente. Imaginamos hablar de nuestros conflictos sin miedo. Queremos una paz que incluya nuestras voces, con nuestras representaciones y memorias. Imaginamos que el arte y la cultura de paz se cuestionen los límites de las cuerpas y cuerpes que se cruzan con diferentes violencias, como las raciales, misóginas y tantas otras basadas en un moral predominantemente patriarcal. Exigimos un enfoque racial transversal. No es lo mismo una cuerpa racializada, negra o indígena, habitando este territorio, que un cuerpo blanco mestizo. El racismo directo e indirecto genera precariedad y nos mata, como si nuestras vidas no valieran. La construcción de paz no es posible si existe racismo en el arte y la cultura. El medio artístico está ocupado en su mayoría por hombres y mujeres binarios, blancos mestizos. Las cuerpas y cuerpes racializades no somos objeto de estudio. Imaginamos acceso laboral para nosotres y economías del cuidado. Reivindicamos que el estatuto laboral para el arte y la cultura tenga un enfoque de género territorial, en el que podamos soñarnos tejiendo para transformar la histórica precariedad de las condiciones de trabajo y de protección social para nosotras, para nosotres. Nuestro pago no son los viáticos. La violencia económica es violencia estructural. Imaginamos descentralizar los recursos públicos y soñamos participar activamente del debate, así como deseamos un seguimiento de los presupuestos; necesitamos procesos de contratación transparentes. Queremos políticas de género sostenibles para las personas que maternan. Imaginamos una ley de víctimas sin revictimización. Demandamos prácticas artísticas y culturales para las víctimas donde encontremos formas de sanación. Necesitamos compartir con otras víctimas en juntanza para exteriorizar dolores y duelos colectivos. Necesitamos espacios y recursos para poder seguir construyendo paz. Deseamos transformaciones dignas para mayor accesibilidad y respeto en los procesos institucionales con nosotras, nosotres. Deseamos procesos de reparación, construcción de memoria, no repetición, resiliencia y re-existencia descentralizados, construidos por nosotras y nosotres, por medio de políticas públicas. Las maricas, las lesbianas, las mujeres y hombres trans también somos artistes. Imaginamos accesos a espacios de formación en los que podamos soñar otras formas de vida. Necesitamos que la paz y el arte se acerquen a las maricas, y nos quieran. Deseamos mayores garantías de acceso a espacios culturales y artísticos para compartir nuestras expresiones. Queremos estar libres de violencias, con condiciones de salud dignas que se adecuen a nuestras formas de vida. Las trabajadoras sexuales trans y cis somos necesarias para la construcción de paz. Reclamamos oportunidades de trabajo en todo lo que soñamos. Imaginamos y creemos en diversas futuras posibles. Imaginamos garantías para la participación y la representación. Queremos tejer proyectos que visibilicen los procesos rurales y periféricos. No queremos salir de nuestras tierras para trabajar sobre nuestras identidades. Soñamos construir nuestras propias representaciones, narrativas, prácticas artísticas y comunitarias. Exigimos más espacios de esparcimiento, centros culturales y de exposición descentralizados, con infraestructuras dignas; no queremos que los recursos se drenen en labores administrativas. Somos más que materia prima en las prácticas artísticas y culturales: somos administradoras, productoras y curadoras. Imaginamos ser lo que somos, creadoras y autoras.