Son las 7 de la noche y el café reboza de memorias / Poema Barrio

Captura de Pantalla 2023 05 04 a las 3.50.02 p Por Ela Espiral y Viviana Palestina - Casa Cultural Botones / Hugo Enrique Ortega Sierra (HEOS)

El Pregonero Barrial: órgano informativo del barrio Bellavista y la zona Norte de Bello (1986- 1989 /2001-2002)

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 Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida…

Poco a poco llegan los y las invitadas al festín del recuerdo y entre carteles y recortes de periódico, las manos y brazos comienzan a saludarse, rememorando viejas andanzas por el barrio.

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El Pregonero Barrial es la excusa del encuentro entre hombres y mujeres que hace años tenían 20 y contaban los sucesos entre máquinas de escribir, lapiceros y ron.

Ya todos y todas están dispuestos para iniciar la palabra que teje. El olor a café y las sonrisas frescas hacen que los nuevos caminen por el Bellavista de antaño, por las calles de un Bello no tan bello, un pueblo que ante la indiferencia y violencia evidente, provocaba en sus jóvenes ganas de denunciar, gritar, decir, nombrar, repartir periódicos y juntar monedas para sostener el sueño, la idea.

El viaje por el pasado se vuelve barquita de papel, la pregunta por la desesperanza detiene por un momento la palabra, para irse al fondo de las almas presentes. La respuesta insufla alegría: "claro, el escenario político y social era desesperanzador, estaban matando a los jóvenes, pero nosotros, nosotros seguíamos en pie porque éramos amigos, porque siempre había espacio para un café envenenado con ron, porque la juntanza nos mantenía vivos".

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La conversa sigue, el pilón, aquel objeto de abuelos, donde el maíz tomaba otras formas, se convierte, sin quererlo, en una hermosa metáfora del hacer de estos periodistas barriales sin título ni credenciales. Un pilón ya no para transformar el maíz, sino para pilar palabras; ideas. Rumiar, volver a pasar, dar golpes certeros, justo al centro; como quien labra la tierra o moldea el barro; pilar, como los pilares de una tierra olvidada, pilar que sostiene, permite. El Pilón de la 80, la trinchera y refugio para amasar horizontes, donde los vecinos dejaban las sugerencias para el próximo número del Pregonero, era también el testigo de tantas noches en vela, palabras, cuentos, ideas. El Pilón, para pilar y crear.

Y entre esos recuerdos nace un árbol de guayaba, dejado a su suerte por la muerte de su cuidador, un árbol que un abril floreció sin avisar y un marzo dió sus frutos como recuerdo de la eternidad de las buenas ideas. Las caras rosadas de los narradores de la memoria, dan a la noche las puntadas finales, la despedida se acerca y, un poema escrito para quienes soñaron en el Pregonero, danza sobre las cabezas, las miradas, las bocas, las manos y, tras de sí deja en los presentes un aire de alegría, de creer en otras formas, de regresar a la amistad como primer arma de combate contra el olvido.

Son las 10 de la noche y entre abrazos y carcajadas, los viejos y los nuevos se despiden, la complicidad habita la mirada, el Pregonero Barrial se queda en las ideas e intenciones. Queda pregonando en la voluntad de seguir aporcando este presente nuestro, zarandear la tierra, removerla para que las raíces se agarren con más firmeza, para que la planta respire, crezca. Esa planta que somos nosotros y nosotras mismas, que es el barrio, este país de olvidos, silencios y voluntad de seguir andando.

Muchas gracias por dejarnos caminar a través de sus recuerdos que no son pura anécdota sino vivas posibilidades para quienes ahora estamos aquí.

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Por Hugo Enrique Ortega Sierra –HEOS.
Abril 11 de 2023, Vista Hermosa Guarne
 
 
Barrio
 
 
A los innumerables corazones de amigos y amigas
Que ya no están, y están. A nuestras
Bellas madres y padres que ya no están,
Y que sí están, en todo lo que somos y hacemos.
Gratitud Gratitud Gratitud.
 
Barrio
La idea vivida más cercana al sentido de comunidad
-Donde disfrutamos y sufrimos la infancia como si estuviéramos en el paraíso
Donde la vida hierbe altiva y vertiginosa
Hasta horas tarde de la noche y desde muy temprano
 
Barrio
Que vio caminar mis primeros pasos
Trastabillando
–Como cuando aprendes en suelos disparejos
de bajos y altos relieves –alguna premonición de tu destino
Buscando equilibrar los pasos
-Y que difícil es aprender
Aunque sea a fuetazos, con besos y abrazos
–a caminar derecho por caminos torcidos
Cómo íbamos a saber entonces
Que al salir de casa
Todo lo que decía nuestra madre
Era verdad filosófica
Memoria ancestral de la palabra
Sabiduría de su amor
Cuál historia narraría nuestros pies
Entre el tejido tupido de calles, pasillos, puentes,
Y callejones sin salida –a nuestros sueños
Del mapa del barrio que circuló por nuestra sangre
Viviendo una inocencia de fantasía –como si fuera una verdad divina
Que no advierte segundas intenciones y ninguna verdad oculta
 
Barrio
Marcando sobre mi alma
La talla de los días más felices y eternos –como si acaso ya viviéramos en el Cielo
–uno deseaba nunca terminaran
-y que pereza volver a la escuela!
La talla de los días más desamparado
De más perfecta soledad
 
Barrio
Donde mi niño jugaría
Juegos aprendidos y otros inventados
Jugando con los amiguitos
-sin tiempo ninguno, atemporales en la risa y en la fuerza
Que animara nuestros pasos guiados por el corazón valiente
Jugando
Al pistolero –donde arriesgabas tu vida,
Y el compañero te mataba con “pis pis” o “pun pun”, pero no morías de verdad –solo de mentira
Porque estabas en una dimensión alucinada
-y no sospechabas nada de lo que venía para ti
Escrito como estaba en las páginas transparentes del tiempo
Jugando
Al tarzán con flechas y lanzas de verdad que nos lanzábamos,
-en escenarios naturales de la cuenca la quebrada La García –cuando era cristalina y limpia
En los charcos “El Limón” y “Piedra Lisa” donde bañabas tu cuerpo y tu alma
-para proyectarla a los nuevos pasos de tu juventud por caminos inciertos
Jugando
A la pesca con costal
Para cazar barbudos o corronchos vivos
Que después de la faena sabían exquisitos en la cena
Jugando
A la exploración en largas caminatas por montes y rastrojos de aventura
Para cazar guamas y naranjas en el sector la Primavera –aunque después te dieran un planazo
Y volaras entre alambradas, dejando enredado tu adn
Jugando
A conocer un real trapiche de miel y panela
A probar el blanco conejo
A descifrar el milagro de cómo la exquisita caña de azúcar
Se convertía en la dulce aguapanela de cada día
Jugando
A caminar cerca de la línea del tubo de la represa de Fabricato desde la vereda Tierra Dentro
Hasta la represa misma en la cima de la montaña –como un acto de heroísmo juvenil
Jugando
Al escondidijo
Al pañuelo robado
A la chucha
Al materile rileló
A la pelota envenenada
Al trompo
 
A las bolas de cristal o canicas
A la vuelta a Colombia en una tapa de cerveza o gaseosa rellena con barro o cascara de naranja
Para darle firmeza en el recorrido del trayecto dibujado en el piso
Empujada solo con dos dedos de la mano sin salirse de los 10 centímetros de ancho de la
carretera –virtual
-fue mi primer viaje por Colombia
Jugando
A la rayuela o golosa
A brincar el lazo
A tocar timbres
Al futbol
Al basquetbol
A la ruleta de las argollas
Jugando
Serio a la semana santa en el barrio Pachelly
-Labor en comunidad
Colectando arbustos para decorar las calles en sus dos orillas
Y hacer más hermosa y dramática la procesión
Con la aureola verde del amor que emanaba
Los arbustos de nuevo enterrados en las calles polvorientas.
 
Barrio
Que me llevó a las escuelas “La Milagrosa”
“Cándido Leguizamo” y al instituto “Jesús de la Buena Esperanza” (a donde pasé becado por
buen estudiante) que luego me expulsó por protestar frente a su puerta, casi amenazado con el
“Código Penal”.
Barrio que me enseñó la bondad de los oficios
Domésticos, Albañilería, Mecánica automotriz,
Panadería, Mandadero, Periodismo y Educación Popular
-como si todo lo pequeño me formara para algo grande
Barrio que me vio crecer entre caminos de incertidumbre y soledad
De rostros endurecidos por falta de amor y ternura
Entre abundantes experiencias y espejos terribles
Caminos alumbrados
Por el corazón luminoso de la intuición
Por el amor Divino de la madre
Por el amor hermoso de los amigos y amigas
Que compartieron con nosotros un pedazo de su vida –como un pedazo de pan.
 
Barrio
Que me enamoró
De lindas mujeres –aunque ellas no lo supieran
Barrio que me vio actuar
-sin conocer el guion
Actuando como si lo conociera
Para aparentar seguridad
De pronto adulto
De pronto teniendo que trabajar –aunque quisiera estudiar
De pronto huérfano del padre
De pronto hermano mayor responsable
De pronto huérfano de madre
De pronto serio y aburrido
–como casi todos los que madrugan y regresan a casa de noche muertos y sin ganas
Después de laborar
De pronto
Ese ser inocente de la infancia y ese joven impulsivo y rebelde
De reprimida expresión
De escasez abundante y de riqueza suprema
Se predispuso y renunció a todo
Quiso cambiar el mundo
–y menos mal, el mundo lo cambio a él
porque el mundo no ha mejorado según sus utopías
Ha empeorado en su ceguera
De pronto creyó en sus ideales
Es decir –siguió siendo inocente
Y forjó utopías con otros muchos que también las tenían
Tanto creyó en ellas
Que las encarnó y llevó al extremo de su sangre altiva
-como si un espíritu de Robín Hood lo habitara
Para redimir a los débiles y pobres del eterno olvido
Del desconsuelo y la desheredad
De la falta de un “pedazo de tierra donde caerse muerto”
Para cambiar la fatigada vida de “Ciervo sin Tierra”
Y hacer como si de verdad llegaras a tu terruño
Y poder sembrar un pedacito del paraíso que perdimos
Y nos persigue por siempre al haber sido desplazados de él
Y poder descansar entre los aromas del jardín y los sabores de la huerta
Que alados llevan las aves y las abejas contentas
Barrio que me expulsó
A otras conquistas en lugares nuevos y desconocidos
Con gente también nueva
Como un pequeño quijote que viaja con su espada
En el caballo cansado de su cuerpo
Poblando nuevos horizontes y preguntas
Emprendiendo nuevas batallas
Para hallar un poco de paz a su voz que emerge del mar
Como un canto de ballena sin descifrar
A su eterna pregunta sin respuesta
  
Después de recorrer los caminos de las ideas socialistas y revolucionarias
Y disponer su vida a la causa –ya difusa
Se internó en la selva por muchos años
Para aprender a hablar con las plantas, los animales,
el agua, las piedras, el sol, el viento y la naturaleza
Para recibir su amor y su gratitud
Y serenar la sed de su corazón en el servicio a ella
Soy de Bello Antioquia –donde forjé mi acero
Y de Acandí Chocó –donde lo templé
En Sasardí y Triganá viví mi primera noción de felicidad y plenitud
Donde nunca imaginaste que el “Tarzán” ambientalista de tu infancia
Renaciera en el espíritu de tu corazón verde
Barrios
 
El Congolo, La Selva, El Caíro, Buenos Aíres, San Gabriel, Pachelly, Playa Rica –que habité
La Cumbre, El Carmelo, Bellavista, Barrio Mesa, y tantos que caminaron mis pies
Barios la Cumbre, El Caíro, El Mesa
Pintados y bendecidos con bellos aljibes
Que reunían la comunidad en torno al agua común
Soy la huella de todos ellos
Con la que hago mi camino
Y con la que siembro todo
Lo que he cultivado en mí
 
Reseña de HUGO ENRIQUE ORTEGA SIERRA (HEOS)
 
Deformación....
 
En el lento ejercicio como aprendiz de poeta lleva más de 30 años, a partir de vivir, de lecturas, vivencias, amores y viajes. Hasta ahora inédito. Su formación se ha dado como autodidacta en todos
los oficios que ha desempeñado. La vida le ha dicho que aprender y lo aprende. Habitante del planeta, tiene la edad del Agua y de la Tierra, y es hijo de las culturas indígenas, negras y europeas.
 
Paraíso Salvador...
 
Casualmente o por circunstancias divinas, ha vivido en el Darién Caribe Colombiano desde 1991 en la Reserva Natural y Ecoaldea Sasardí, su segundo hogar, último pedazo de paraíso en extinción: con
sed de salvación y permanencia. Acaricia la vida en cada semilla y cuida de este paraíso de la Tierra desde todos los oficios posibles, sembrando todo lo que se pueda sembrar, tanto en la tierra como
en los corazones. Cree en lo que siembra sus manos y en lo que cultiva su corazón. No cree tanto en los discursos, como si en los actos y hechos de vida y de amor. Llora la muerte del planeta y ríe
cuando una flor canta. Pero es un llanto activo siendo custodio de la Reserva Natural Sasardí, practicando la conservación de la vida y la biodiversidad en un territorio especifico durante más 30
años hasta la actualidad y trabajando con sus comunidades. Su vida se ha enriquecido con los viajes por Colombia y América Latina, incluida Cuba, y hasta EEUU.
 
Publicado?...
 
Poemas suyos han sido publicados en la revistas de poesía, arte y literatura como Quitasol # 8 - 2016, en la revista La Musa Sonámbula edición 4- 2018, y en una pequeña publicación de “Gestores
Culturales Darién Caribe Colombiano- Escritores 2008”, realizada por la Corporación Los Mandibuleros y Auspiciada por el Ministerio de Cultura de Colombia. Ha participado del festival
alternativo de poesía de Medellín y del III festival de Poetas al Viento, y en el I Festival de Poesía Apalabrar en Marinilla 2022. Ha tenido la grata oportunidad de viajar y conocer un poco países como
Estados Unidos, México, Ecuador, Perú, Bolivia, Guatemala y Cuba.
 
Trayectoria Profesional
 
Su experiencia de vida y de trabajo se ha dado en los primeros 25 años entre las ciudades de Bello y Medellín y corregimientos cercanos. Su vida continua su desarrollo intenso, primero en el
(municipio de Bello-Antioquia), después en el municipio de Medellín, y luego desde 1991, en la región del Darién Caribe Colombiano (municipio de Acandí Chocó), en la Reserva Integral y Ecoaldea
Sasardí – Triganá. Allí en cooperación con comunidades campesinas (mestizas), negras e indígenas, laboró y se formó en el tema de gestión ambiental territorial y derechos territoriales a través de
múltiples proyectos, tanto en su formulación como en su ejecución, orientados a temas de conservación y manejo de la biodiversidad, educación ambiental, producción sostenible y
organización comunitaria. Hasta el año 2015 se desempeñó como director ejecutivo y representante legal de la Fundación Darién, de la cual es cofundador, entidad con 30 años de trayectoria de gestión
ambiental, actualmente miembro de su junta directiva. También miembro de la Red Regional de Reservas Naturales de la sociedad Civil UNGANDI-Chocó. De la alquimia de la conservación de la vida en el bosque húmedo tropical, pasando por la alquimia de las palabras en la poesía y ahora llegando a la alquimia de los alimentos en la cocina de Tente en Pie por Todo...
 
Actualmente y durante más de 10 años consecutivos, y junto a su compañera de ruta, Constanza Andrea Lopera López, es cofundador de la propuesta de cocina Tente en pie por Todo Servir en
Armonía, a puerta cerrada y con reserva, con huerta agroecológica, en un lugar rural en el municipio de Guarne. (Pueden seguirnos en Instagram y Facebook). Además de su trayectoria de sembrador y huertero en el Darién Caribe Colombiano. Y a propósito de la cocina saludable y consciente, se ha hecho huertero agroecológico urbano y rural, diseñando y montando tres de sus propias huertas urbanas en Medellín y cuatro huertas rurales en Guarne.
 
Para garantizar que lo sembrado que pone en la mesa no contiene pesticidas ni agroquímicos y es respetuosa de las aves, las abejas y todos los micro organismos, como del medio ambiente.